Tomar la decisión de migrar no es fácil. Más si es en familia. Soy Pamela Zúñiga, chilena, periodista de profesión y con un Magíster en Comunicación Estratégica. Tengo dos pequeños hijos, Simone (4) y Piero (3 años) y mi esposo, Dante, es Ingeniero Civil Industrial, con especialidad en Planificación y Control de Gestión.
Ambos teníamos buenos trabajos en Chile, no nos podíamos quejar. Pero la situación del país, con una inseguridad cada vez más fuerte, los altos costos escolares y de la vida en general -sin red de protección social-, y el estrés de vivir en una ciudad de 8 millones de habitantes (Santiago de Chile), nos hizo buscar mejores horizontes. En plena pandemia, decidimos optar por Canadá. Luego de informarnos mucho, la opción de que uno de los dos estudiara y el otro trabajara, parecía la mejor, pero también, es la más costosa.
Nos pusimos manos a la obra y yo rendí el test Duolingo que, en ese momento, era aceptado por varios Colleges. Justo me puse a darlo y me comenzaron los síntomas del Covid, lo cual fue duro, pero logré pasar muy bien! Con esa barrera sorteada, elegimos British Columbia, en específico, Camosun en la Isla de Victoria. Esto fue en noviembre de 2022, para comenzar el año académico en septiembre de 2023.
Luego se vino un largo proceso de documentación para optar al Study Permit (SP) y el OWP, que en realidad no es taaaaaaaan largo, ya que Chile tiene TLC con Canadá, por lo que el trámite es menos engorroso que lo que es para personas de otros países de Latinoamérica. Postulamos con todos nuestros documentos el 23 de diciembre, realizamos nuestros biométricos el 30 de diciembre y el 8 de enero ya teníamos nuestros permisos aprobados. Ahí, inmediatamente puse una alerta en “Google flights” para poder encontrar pasajes baratos, los cuales compramos a fines de enero para viajar en agosto a Vancouver.
Para optar a recursos, pusimos a la venta nuestro departamento, nuestras cosas, nuestro auto…uffff, todo! Esto fue muy estresante, ya que justo el período económico no era el mejor para el país, los bancos no estaban otorgando créditos hipotecarios a quienes querían comprar el departamento, lo cual hizo muy complejo el proceso. Nos demoramos casi 9 meses en todo ese trámite, literalmente, un parto.
Todo el tiempo que tuvimos nos ha servido mucho para irnos preparando. Hemos realizado cursos, entre ellos el de BC Health & Safe, que nos ha servido para mejorar nuestro inglés y conocer las reglas del mundo laboral canadiense.
También hemos buscado todos los recursos de aprendizaje en la web de British Columbia, como la Guía para Newcomers, consultando todo sobre el mundo escolar para mi hija Simone, y también inscribí a mi hijo menor, Piero, en varios Daycares para poder encontrarle cupo para septiembre 2023. Sin duda: la preparación, planificación y estudiar las “reglas del juego” en un nuevo país, son cruciales.
Para mejorar y pulir nuestro inglés, mi esposo ha tomado clases vía Canaway. Yo realicé un working holiday en EEUU muchos años atrás, lo que me permitió tener un buen dominio, pero igualmente tenía varios baches. Me puse como meta ver series sólo en inglés, sin subtítulos, y en cada trayecto al trabajo he escuchado podcast en inglés. También he avanzado con algunos recursos gratuitos, como el canal de “Bob the Canadian” en Youtube.
Bueno, así ha transcurrido el último año. Este 30 de junio fue mi último día laboral en Chile, en julio tuvimos un mes para preparar las últimas cosas y llenar nuestra vida en unas pocas maletas (sólo trajimos 4, porque con niños, es imposible viajar tan cargado). Así, el 1 de agosto de 2023 tomamos el avión y nos dijimos: Canadá: ¡allá vamos!
La primera semana la pasamos en Vancouver, ya que nuestro vuelo llegaba hasta allí y después de 17 horas de viaje, era necesario un descanso. Allí pudimos recorrer, hacer algo de turismo (bastante poco, porque con niños pequeños, no es mucho lo que se logra recorrer sin que se aburran, se cansen, etc).
La segunda semana nos preparamos para el cruce en ferry a Victoria. Para quienes planeen ese viaje acá un tip: Si van en auto, deben comprar con muchísima anticipación los tickets. Nosotros logramos un cupo sólo a las 20.00 horas, por lo que llegamos de noche a nuestro destino. Gracias a Dios tenemos amigos en Victoria que nos facilitaron un colchón inflable para los primeros días, ya que llegamos a un departamento totalmente vacío. Los primeros días no fueron nada fáciles, porque armar una casa de cero es complejo, más con niños que sólo desean jugar y divertirse.
Ahora estoy a punto de iniciar mis clases en Camosun, mi hijo menor irá al Daycare del mismo college (otro tip: infórmense si van a estudiar, sobre qué servicios tienen sus colleges o universidades, porque muchos tienen Daycare) y mi hija entrará a kindergarden en la escuela más cercana a nuestro departamento. En otra entrada podemos profundizar en los trámites que se deben hacer cuando se vienen con niños.
Hasta el momento, les puedo contar que ha sido una experiencia maravillosa, increíble. Sin duda es difícil salir de la zona de confort y aventurarse a algo completamente nuevo, pero creo que vale la pena. Con mi familia ya le estamos poniendo todas las ganas para que este desafío, sin duda, podamos sortearlo y lograr una buena vida acá en Canadá.
¿Cómo fue tu llegada este país? ¿Qué consejos le darías a quienes vienen llegando? ¿Te interesan estos testimonios? Cuéntanos acá para ir mejorando nuestro post y también puedes enviarnos tus datos para contar tu testimonio a info@amigasencanda.com
Escrito por: Pamela Zúñiga